¿Cómo sostienes una hora y 10 minutos de monólogo sin que resulte ni siquiera remotamente tedioso? «Una actriz que envejece y no la llaman más» lo hizo posible.
De todas las obras parcial o totalmente basadas rupturas de cuarta pared que he visto, esta es la única -o de las pocas- que se siente natural. Y más aún, es una donde nadie se siente presionadx a responder lo que dice Maiza (nuestra protagonista; la actriz que envejece y no la llaman más, interpretada por Maiza Czischke Trippel), sino que lo hacen espontáneamente y cuando se les place.
Una obra con muchos quiebres y cambios de tono, que sin embargo, no se sienten artificiales ni violentos, sino como una «montaña rusa». Genuina comedia. ¿Comedia? Si, pero también emoción. Y así es como se debe desdibujar la línea divisoria entre teatro y stand-up comedy. Los estilos y los formatos están hechos para romperse. Y en esta ocasión, fue gracias al teatro y sus recursos escénico/actorales.
«El teatro es el arte de la expresión», escuché por ahí en plena obra.
Minimalismo visual, amplitud de formatos
Y de escenografía, solo una cámara de video manejada por Francisco Arias («Dandi Warhol») de Gatobomba Estudio Audiovisual, un aro de luz pandémico, una percha con ropa, una voz en off, una pantalla gigante complementando el relato y, obvio, el ácido monólogo de Maiza. Simplicidad. Menos es más.
Magistrales 70 minutos de María Amnesia Artes Escénicas, La Fanfarrona Teatro y Gatobomba (y un cierre para prender la noche, junto al sazón de «Tumba La Comparsa»), en la última jornada del Festival de Teatro Fío-Fío 2025 en el Teatro Biobío.