No puedo evitar ser personalista con lo que escuché y viví anoche en la querida Casa de Salud: como pocas veces me sucede, sentí que la música me cobijó y puso mi mente en un «safe place» de sonoridades, que escapan del indie-rock en su sentido más puro. Tropical madness, le llaman, y me encantó.
Novedades Matutinas en la «Casa» fue un espectáculo pero también una catarsis armoniosa. Por allí, una amiga al hablarme de ellxs (antes del show) me explicó que eran relativamente similares en sonido a los tremendísimos Stereolab, y vaya que tenía razón. Vaya que buena carta de presentación, pero no mejor que la escucha misma de sus canciones en una correntosa noche de sábado.
Así, el cuarteto integrado por Nicole Needham (guitarra y voz), Joaquín Alvear (bajo), Alejandro Muñoz (pianos y sintetizadores) y Pablo Mangas (batería y percusiones) nos envolvió en una cobija sonora durante cerca de una hora, en su triunfal retorno a geriatría, donde pude escucharles, pero solamente de pasada, hace algunos meses atrás. Y ojo que son habituales de la Casa, imperdonable no haberlos escuchado más detenidamente antes.
Un viaje desde el exterior al interior
Así, el ruido ambiente (copas, vasos y conversaciones) se me nubló entre la magnética voz de Nicole Needham y los prolijos instrumentos de su grupo. Porque sí, la prueba de sonido ciertamente se demoró, pero fue para ofrecernos esta experiencia mágica y 1000% pulida.
Mención especial a Óscar Oviedo Martínez (El Em3) que cuidó cada detalle de las sonoridades «matutinas», a cargo del sonido de la banda.

