El proyecto musical de Matías Rodríguez Jara, conocido como Matiniebla, acaba de estrenar su primer EP homónimo. Se trata de una colección de cuatro canciones que funcionan como carta de presentación y punto de partida para su propuesta artística.
El trabajo incluye el single y videoclip ya publicado “Quemándote”, dirigido por Feral Cine. Asimismo, fue producido en conjunto con Pablo Díaz Browne en Estudio Pijama, donde también se realizó la mezcla y el master. Las fotografías promocionales y de portada estuvieron a cargo de Vanesa Martin, mientras que el arte de portada fue diseñado por Gonzalo Morales.
En lo sonoro, Matiniebla se mueve entre el rock alternativo y el indie pop, con un carácter que el propio músico define como pop rock: guitarras cálidas con efectos envolventes, sintetizadores luminosos y coros memorables que dialogan con influencias. Estas van desde The Beatles y The Beach Boys hasta Mac DeMarco y el legado del pop-rock de los 2000s. Las canciones también lucen solos de guitarra interesantes y expresivos, que aportan un toque de virtuosidad musical dentro de un marco accesible y melódico. Entre ellas destaca “Todo igual”, con armonías vocales llamativas y setenteras que evocan el Harmony Pop y amplían la paleta sonora del EP.
Las canciones tras el EP
El EP recoge composiciones escritas entre 2018 y 2023, seleccionadas de un catálogo personal que el músico había mantenido en pausa. Con honestidad y nostalgia, las canciones retratan vivencias de sus veintes, marcadas por el autosabotaje, la inseguridad y la búsqueda de una voz propia. “Ha sido un proceso personal muy importante poder soltar y mostrar estas canciones por fin, a los 29 años, luego de estar mucho tiempo luchando contra miedos y obstáculos”, cuenta Matiniebla.
Más que un debut, el EP refleja un camino largo de formación artística y personal. Entre mudanzas, la finalización de su carrera universitaria en Artes Musicales y Sonoras, y el fortalecimiento de su vínculo con Valdivia y el sur de Chile, el músico se proyecta ahora a expandir su propuesta también hacia Santiago, ciudad donde nació.
Con melodías pegajosas, arreglos cautivadores y pasajes instrumentales que refuerzan la sensibilidad pop rock, Matiniebla se instala como un primer capítulo que equilibra nostalgia, adultez inmadura y una búsqueda sincera de identidad artística.
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