El sábado pasado (4 de octubre), Tenemos Explosivos llenó de energía el Teatro Lihuén provocando una catarsis colectiva.
Y es que no solo hacen canciones: gritan poesía, memoria y rabia. Las imágenes que acompañan este post y que verán a continuación, nacen de esa misma intensidad, entre el ruido y el silencio, todo arde con sentido.