La única banda que he visto, que es capaz de generar canciones sobre el café y la ansiedad, sin sonar pretenciosos ni cargados de positivismo tóxico (o negativismo poser). Simplemente adultos hablando sobre problemas de adultos: Así fue Ferima y su repertorio de diez canciones -bien conversadas y aprovechadas- sobre el escenario de Ice Bar la tarde de este jueves.
Poco más de una hora de show en la cual el ácido fraseo destacó, así como el relato de que cada uno de los integrantes de la banda «es un superhéroe sin heroismo ni superpoderes», como manera de introducir algunas de las canciones, que narran situaciones de la vida cotidiana. ¡Basta de eufemismos! ¡Basta de hipérboles y motivos rebuscados! Ferima y su mundo son la vida misma. Aquí no hay solemnidad, hay crudeza.
Asimismo, pese al ritmo del fraseo, quizá más cercano a un proyecto urbano, esto no repelió ni sumió en la disonancia en ningún momento los acordes «jazzísticos» del proyecto liderado por Felipe (Ferima) y sus 4 secuaces. Una obra cálida e íntima, que con crítica social, sátiras a la vida cotidiana y humor sin sutilezas nos cobijó en una fría y ventosa tarde de jueves.
Quizás te interese leer: https://abretuagenda.cl/cafe-de-ferima-una-cancion-que-huele-a-ritual-y-memoria/
