Javiera Mena ha decidido sorprendernos nuevamente, liberando al mundo su sexto álbum de estudio en medio de una envolvente atmósfera de misterio, y lo cierto es que no podríamos estar más contentos. A lo largo de los 10 temas que componen el disco (“Inmersión”), se percibe una versión más madura dentro del ya consolidado universo sonoro de Mena. Sin embargo, esta madurez no resta espacio a la experimentación, pues la artista se aventura en nuevos ritmos, mostrándonos una faceta fresca y renovada.
Las letras también reflejan esta evolución, llevándonos a reflexiones más adultas sobre el amor y el desamor, con una sensibilidad emocional más profunda.
El disco abre suavemente con “Palacio de Hielo”, una balada que combina guitarra y voz para ofrecernos una suerte de free advice:
“Acuérdate, mi amor, para poder sanar, tenemos que aceptar”.
Todo parece ir en orden hasta que llegamos a “Pez en el agua”, un tema que rompe con las expectativas al presentar un sonido inesperado: sintetizadores vibrantes y un ritmo que invita al movimiento, como si el cuerpo se deslizara al vaivén de una corriente.
Pero la calma no dura mucho. Como una ola que crece antes de romper, el cuarto track, “Reina de la Selva”, marca un giro rotundo. El mood se transforma, el núcleo electro-techno se activa, y de pronto estamos en plena pista de baile, rodeados de luces estroboscópicas, sirviendo nuestros mejores pasos. Javiera no perdona, y deja clara la huella que su disco anterior ha dejado en esta nueva producción.
Vale también destacar el sencillo “Volver a Llorar”, lanzado hace unos meses. Tiene todos los ingredientes: una estética vampirezca exquisita, una letra que interpela y te pide volver a creer, y un coro hipnótico que explota entre campanas y guiños religiosos.
A medida que avanzamos, el disco nos muestra otro aspecto íntimo: la vida de Javiera entre Chile y Barcelona. La única colaboración del álbum —con Santiago Motorizado, vocalista de Él Mató a un Policía Motorizado— se convierte en una joya. Habla de dos personas que se aman, se piensan, pero viven en extremos opuestos, sin poder alcanzarse. Dato curioso: Javiera y Santiago se admiraban desde hace tiempo, pero nunca habían logrado coincidir por cuestiones de tiempo y distancia… hasta ahora. La canción, de alguna manera, narra también esa historia. :’)
Finalmente, hay que destacar el noveno track: “Absurda”, donde Javiera nos recuerda que el amor duele igual a los 15 que a los 51. Una reflexión simple, honesta y poderosa que deja claro que tenemos Mena para rato.
Vale destacar que el lanzamiento del disco será el próximo 31 de mayo en el Teatro Caupolicán.