Una invitación a reflexionar para un público entendiblemente enfervorecido, con canciones tan incendiarias como los saltos y gritos de su audiencia.
Eso fue el show de Chini.png que nos regaló clásicos como «Venenos» y “Cinta Blanca”, mientras que en otros momentos desclasificó canciones necesarias para resistir la emocionalidad del día a día, como «Fisura”, con la que cerró su show (ojo con esa letra y la de «Laurel», si me preguntan como estoy, les respondo citando esa lírica).
Daba lo mismo tu coordenada en medio del público, si podías escuchar a la Chini, sabías lo que estaba pasando: una experiencia catártica que se extendió hasta pasadas las 11 de la noche.
En mi caso, estaba colgado del borde del escenario con cámara en mano (por eso hay fotos en este post) y pude sentirme desbordado por la energía, en primer lugar de la Chini, frente a mi, y atrás mio, del público que hacía suya cada estrofa de “Cinta Blanca” mientras saltaban y hacían el amago de moshear (¿por qué no lo hicieron?).
Así es la energía rabiosa del indie-rock, del shoegaze, del bossa nova, del folk…¿Qué estabamos escuchando realmente? Simplemente Chini.png, inigualable. El Balmafest no podía terminar de otra forma.
Y algo de mí me dice sal y sal y sal y sal y sal…
