¿Estaríamos todes con el pecho apretado cuando María Segú cantó “El cigarrito” de Víctor Jara mezclado hermosamente con su canción “Perdona la demora”? ¿O solo era yo?
No, creo que esta vez fue un sentimiento compartido. Ella, con el flujo de su única y desgarradora voz, más una magnífica ejecución de la guitarra logra conmover. Y si menciono lo que ocurre cuando se suma la banda es una inmersión musical tanto bella como intensa.
Fue la última semana de septiembre que tuvimos el placer de recibir al proyecto María y los Templos en Concepción, una de sus paradas fue el ya conocido Bar Callejón. La agrupación es liderada por la cantante, guitarrista y compositora radicada en Valdivia, María Segú.
Tendré que detenerme un momento para mencionar que no había escuchado antes un bajo sonar como el de Jorge Vargas, sobre todo en la canción “Rompe el arpa”. Puedo decirles que María y los Templos deben ser escuchados en vivo y el bajo de esta canción más aún. No se arrepentirán.
No me olvido de los dulces sonidos en el teclado que sacaba Camilo Aliaga y de la magistral batería de Edzon Maqueira. Es la suma de la música de todos la que da vida a María y los Templos, sin embargo, no puedo dejar de mencionar la lírica e interpretación de las canciones por parte de María.
Se siente como poesía. Poesía cantada, a veces recitada, con su propia estética que es muy única. Esto, mezclado con sonidos propios del jazz, fusión, incluso folk y rock (o lo que la artista desee me gusta pensar) es una propuesta muy interesante y novedosa que les invito a escuchar.
Otras canciones con las que nos deleitaron esa noche fueron “La prenda”, “Aspirinas” y “Furia de la furia”, además de algunas nuevas que no se encuentran en plataformas digitales.
Solo les diré que vayan a escucharles en vivo, porque este proyecto está haciendo algo muy bueno. Ojo que en el marco de la gira de su disco “La prenda” volverán a Concepción en noviembre (y también se presentarán en otras ciudades del país), así que yo que ustedes lo anoto en mi agenda (lo dice una que ya lo agendó).