Rucitama no solamente nos regaló la interpretación en vivo de las canciones de su nuevo disco, «Lagar», sino que nos entregó un gran pedazo de su historia más íntima. De sus vivencias, de las cosas que lo hacen sentir (y componer). Desde la crudeza de la vivencia queer hasta aquella vez que le expulsaron de un coro, y convirtió ese dolor/rabia en arte. Así fue el show de Rucitama en el centro cultural «Bandera 1001».
Invitadxs especiales
Allí compartió escenario con Rocío Peña (quien además nos entregó «Viento Sur», una de sus canciones) y el coro queer @entidades_sonoras (taller de la Oficina de la Diversidad penquista), a quienes Rucitama les dedicó especial aprecio y agradecimiento sobre el escenario.
Ellxs le acompañaron en diversas etapas de su show, el que estuvo dividido en bloques o estaciones, cada una con su propia introducción y sus propias visuales, siempre oportunas y descriptivas de la temática de sus correspondientes canciones.
Así se pasó volando la hora y media de espectáculo + dos canciones como «bis», donde Rucitama y sus invitades demostraron en algunos pasajes que la voz por sí sola es un instrumento, aunque suene cliché: la guitarra en algunos fragmentos del show simplemente desapareció y no se le extrañó. Y es que la presencia vocal de Rucitama está a otro nivel.
«Lagar» es el segundo disco de Rucitama (tras «Portal»). Se estrenó en sociedad aquel sábado -primer día de noviembre- y, además, es el primero publicado en formato físico.

